lunes, 21 de febrero de 2011

Y a veces me toca ser papá ….

Debe ser difícil hoy tener 17 años. Esa energía interna que todo lo puede, que se abre a la vida, que sueña, que consume y que corre tras ideales. Ideales que a veces son propios y a veces impuestos. Facu disculpame, pero me toca estar en la vereda de enfrente, del lado de ser papá …
Y debe ser muy difícil, sobre todo teniendo un padre que te quiere mucho. Un tipo que escucha, ve y lee las historias que se viven en las calles, que cuentan sus amigos y compañeros de trabajo. Vos no sos el que yo era a los 17 y no son estas la calle ni la noche que yo supe conocer.
Puede que todo esto condicione un poco lo que está pasando entre nosotros, pero hoy no era esa la discusión. El punto hoy era el egoísmo. Egoísmo que sin quererlo, tiene un hijo al cual se le sirve todo.  No pará, no te dije que hayas sido un mal tipo, solo que sesgado por todo lo que te venden desde tu entorno, tus contactos de MSN, Facebook, la tele y su Gran Hermano estás mirando el mundo desde tu ombligo. Quise hacerte entender que la casa tiene un ritmo, una rutina que hay que cumplir para que nuestro sistema familiar funcione. Que vos estás para cosas más significativas que las que te viene proponiendo "la imagen" que se vende en el mundo.
Tu madre nos atiende todo el día. Cuando estamos y cuando no estamos. Tu Hermano, el que comparte la pieza con vos, trabaja y estudia. Y yo, bueno, ya te dije, te guste o no soy papá. Sin reproche de lo que con mucho cariño me toca darte. Hoy por hoy no puedo ser ni amigo ni cómplice. Me toca ser papá y aunque le moleste a tus joviales 17 años, soy el que dice NO.
Ojalá esté vivo para, el día que tengas un hijo, pongamos una botella de buen vino tinto entre nosotros y ahí si, tener una buena charla de amigos.
Te quiero mucho hijo y sobre todo quiero tu felicidad, para el largo partido que se juega en la vida.

Papá  

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