Querida Morocha,
Quisiera
ser breve pero conciso en este saludo. Te interrumpo para saludarte, felicitarte
y compartir un pedacito de tu alegría familiar.
Viste?, la naturaleza siempre equilibra. Es lo bello de la
vida, que del dolor nazcan las nuevas flores. Alguna vez me tocó, con mucho de
ese dolor, perder un ser muy querido ….
Y así, la vida nos mostraba su reverdecer, cuando después de
la partida de Pedro, (nuestro Querido Viejo), florecieron Magalí por el lado de
mi hermano y Facundo por el mío ….. sin buscarlos ellos se hicieron presentes
en nuestras vidas, para desbordar ausencias.
Como sos creyente, te voy a contar lo que sentí cuando
llegaron estas dos bendiciones: Dios está. Siempre. Él y la Virgencita de Luján
son esa vida y esa naturaleza que como te dije, siempre equilibra, siempre
reverdece, siempre renace.
Llegó Néstor Iván para alegrar la vida de los tuyos. Y que
importante para todos nosotros es verte a vos alegre. Lo deseamos mucho,
muchos. Te lo merecés.
Viendo hoy en la tele, imágenes de cuando tu hombre estaba
presente, observé todos los colores que usabas para vestirte. Además de verte,
(y lo digo muy respetuosamente), una hermosa mujer, nos gustaba el color de tu
vida. Se me ocurrió entonces proponerte, que sirva la llegada de Néstor Iván,
para que le devuelvas el color a tus días. Nadie tiene que autorizarte, por
supuesto, quién soy yo para hacerlo ….! Solo lo imaginé y te ví más feliz.
Hace un tiempo que dejé de participar en las redes sociales.
Está bueno, expresar ideas, debatirlas. Pero me di cuenta que hay mucho odio e
irracionalidad, por lo cual decidí guardarme y dedicarme a mis
responsabilidades de padre, de marido, de trabajador.
Hasta hoy que quise felicitarte y compartir un rato tu
plenitud.
Avanti Morocha, el color vuelve a la vida.
Con mucho cariño
Jorge
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